Por Fernando Zárate Ortiz
COLÓN, QRO.- En la Basílica Menor de nuestra Señora de los Dolores de Soriano, se ha promulgado y decretado el seguimiento obligatorio del Plan Diocesano de Pastoral 2025-2033, por parte de Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro. Este tres de febrero de 2025, se realiza la peregrinación a Soriano del Presbiterio y Consejos Parroquiales
El culto a la Virgen de los Dolores de Soriano
El culto a la Virgen Dolorosa es ya de antigua tradición. La imagen que ahora se venera en la Basílica Menor de Soriano, Colón, Querétaro, se supone que fue trasladada por Fray Juan Guadalupe Soriano a la Misión de Santo Domingo de Soriano después de haberla hallado enterrada e incólume en la Misión de Maconí, destruida por los chichimecas (Cadereyta, Querétaro) (Ruíz, 1967).
El traslado, según el mismo autor, pudo haber sido entre 1773 y 1781. La Misión de Santo Domingo de Soriano, fue fundada por Fray Luis de Guzmán para asentar a un grupo de familias de indios chichimecos.
Tanto la Misión de Santo Domingo de Soriano como la de San Juan Bautista El Potrero formaron parte de un grupo de misiones fundadas en el siglo XVII como parte del proyecto de conquista, pacificación y evangelización de la Sierra Gorda de Querétaro.
Cabe señalar que aunque la autora Oliva Solís Hernández, de donde se tomaron parte de los datos para este artículo señala a Fray Juan Guadalupe Soriano como dominico; en la obra "Tratado del Arte y Unión de los idiomas otomí y pame; vocabularios de los idiomas pame, otomí, mexicano y jonaz", del mismo Fray Juan Guadalupe Soriano, que luego fue paleografiado y editado por Yolanda Lastra, Fray Juan Guadalupe Soriano es señalado como franciscano. (http://ru.iia.unam.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/10684/36/412.pdf )
Esto se ratifica al encontrarse su identificación, en donde es llamado "mínimo entre los menores Fray Juan Guadalupe Soriano. Predicador Apostólico de Propaganda Fide, Ministro y Presidente de la Misión de Sr. San José de Fue Clara o Xiliapam, religioso de la más estrecha observancia de religiosos franciscanos de las Sancta Provincia de San Diego de México. Año de 1766".
Esta información se localiza en ellibro "Obras", de D.J. García Icazbalceta. Tomo VIII. Opúsculos Varios, impresa en 1898 en México. Imprenta de V. Agüeros, Editor, Cerca de Santo Domingo No. 4, y donde se registran "Apuntes para un Catálogo de Escritores en Lenguas Indígenas de América. Publicados por el autor en 1866 en su imprenta particular en edición de 60 ejemplares. Segunda edición
El proyecto del Rey Carlos II pretende dar continuidad a los trabajos iniciados por los Agustinos y los Franciscanos en la zona (Solís, 1997). Las misiones fundadas por los dominicos, además de las señaladas anteriormente fueron: San José del Llano, San Miguel Palmas, Nuestra Señora del Rosario de la Nopalera, Nuestra Señora de los Dolores de Zimapán y Santa María Ahuacatlán.
Más tarde se redujeron ahí otras familias que venían de la Misión de San Juan Bautista El Potrero, incrementándose con ello su población (Solís, 1997; Arroyo, 1998). La Misión, pese a los conflictos existentes entre indios, militares, órdenes religiosas, clero secular y población mestiza, creció y fructificó. A finales del siglo XVIII, con la secularización de las misiones, Soriano fue erigida parroquia pero luego pasó a formar parte de la Parroquia de San Francisco de Colón, su pueblo vecino.
Con el crecimiento tanto de la población colonense como del culto a la virgen, el templo de la misión quedó corto para albergar a los peregrinos que acudían a celebrar las fiestas de la virgen. Por ello, se decidió construir un templo más grande que pudiera contener a los miles de fieles. El templo se inició en 1880 y se concluyó en 1912 (Solís, 1997).
El amor que la población le profesa a la Virgen (que muchas veces no es exclusivo sino que se comparte con otras advocaciones marianas o con otros santos), queda patente en el creciente número de fieles que acuden a sus pies, lo que llevó en 1964 a que, como parte de las celebraciones del primer centenario de la Diócesis de Querétaro, la coronaran como reina y madre. En 1969, don Alfonso Toriz Cobián, Obispo de Querétaro y representante de la Santa Sede, la declaró Patrona Principal de la Diócesis de Querétaro.
Décadas más tarde, se propuso el cambio de estatus de Santuario a Basílica Menor, suceso que ocurrió el 7 de febrero de 2009. Estos cambios, son una evidencia del arraigo que este culto tiene entre la población y del proceso que la Iglesia impulsa para consolidar una creencia religiosa.
La población que comprende la Diócesis de Querétaro ha ido variando en el tiempo, pero más allá del número de habitantes, lo que les ha cohesionado histórica y socialmente ha sido el área geográfico-cultural que comparten. La región, que incluye municipios del vecino estado de Guanajuato, es predominantemente agrícola y en menor medida ganadera.
Su economía es casi de subsistencia y la industria es muy pequeña, descansando en la fabricación de algunos productos de lana, las pequeñas industrias domésticas (quesos, dulces) y el comercio al menudeo.
Al ser una población mayoritariamente rural, los índices de alfabetización fueron muy bajos hasta por lo menos la década de 1980, cuando en las cabeceras municipales comenzaron a abrirse nuevas escuelas primarias y secundarias, así como vías carreteras asfaltadas que unían la Sierra Gorda con la capital del estado.
Estos cambios sociales, políticos, tecnológicos o económicos, los vemos representados en los exvotos, encontrando agradecimientos por haber sido salvados de una caída del ferrocarril, o de un accidente automovilístico o por haber hecho posible el retorno de un ser querido llevado en la leva o librado de la picadura de una serpiente. En ese sentido, los exvotos son no sólo muestra de la piedad y el agradecimiento, sino también documentos que nos permiten reconstruir procesos históricos y al mismo tiempo difundir entre la población, letrada o iletrada, una fe.
La imagen oficial de la Virgen de los Dolores de Soriano
La primera imagen “oficial” de la Virgen de los Dolores es un dibujo que apareció en el libro de Jorge Ruíz (1967) y que señala que es de inicios del siglo XIX. La misma imagen aparece luego en el trabajo de Fray Esteban Arroyo (1998), el cual no contiene ninguna referencia sobre la fuente ni la fecha. Con la aparición de la fotografía, encontramos algunas imágenes, de diferentes formatos, difundidas para su culto. En estas imágenes podemos ver que ha habido ciertos cambios en el tiempo, por ejemplo, el tipo de aureola que le rodea (tanto en el diseño como en el color), los bordados de los diversos vestidos que ha portado (en unos más simples y en otros más complejos), así como del pañuelo que trae entre las manos. El color del vestido puede variar, pero todos hacen alusión al luto: azul obscuro, morado o negro.
El manto casi siempre se mantiene en color negro, aunque lo que varía, además del bordado es el tamaño. También la peana ha cambiado, tanto en forma como en tamaño e iconografía: en una, sólo tiene motivos vegetales o geométricos, en otra tiene los símbolos de la pasión y en otras sólo es una base donde reposa la imagen. / EDICIÓN: Eugenio Amézquita Velasco
Tomado de:
Iconografía de la Virgen de los Dolores de Soriano (Colón, Querétaro, México) vista a través de sus exvotos (siglos XIX y XX)
Por Oliva Solís Hernández
Universidad Autónoma de Querétaro – México
Año 2021
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