Por Eugenio Amézquita Velasco
En el año de 1804, 6 años antes de que iniciara la Guerra de Independencia y el movimiento insurgente, fue impresa la "Novena de Nuestra Señora del Pueblito", dividida en ella "su Historia según se le informó a la Santa Silla Apostólica y al Rey nuestro Señor".
Este documento continúa expresando es "moralizada cada día a honra de la Santísima Virgen, y provecho de nuestras almas".
"Dala a luz", continúa explicándose en la primera página de esta obrita, "Su Convento de Recolección del mismo Pueblo, a dirección de su Guardián el R.P. Fr. Vicente Araujo y a expensas de su Síndico y Bienhechores".
La obra al parecer fue impresa "en México en la Oficina de Doña María Fernández Jáuregui, calle de Santo Domingo. Año de 1904".
La historia se va desarrollando dentro de cada día de la novena y comienza señalando, para el primer día, que "el año mismo, el de 1531, en que bajó en persona la Reyna del Cielo a México, con el nombre de Guadalupe, por ella sin duda alguna se predicó en Querétaro por los Padres de San Francisco El Evangelio, con mucho fruto (menos en lo que ahora es el Pueblito) para preparar los caminos a sus clemencias, dejando reservado el corto Pueblo para la mayor y más visible gloria de su poder."
En el segundo día, expresa que "los indios del Pueblito, aunque corporalmente asistían a la Doctrina a una Hermita" (sic) "que para ese fin habían formado los Padres; pero manteniendo a sus Ídolos en un cerrillo hecho a mano, a ellos les tributaban sus inciensos y corazones".
"Afligíanse los Religiosos, apuraban su celo, suplicaban por el remedio, hasta que el año de 1631, cien años después de la Conquista, orando el R. y V.P. Cura Fr. Nicolás Zamora, inspiró Dios al P. Fray Sebastián Gallegos que hiciera una Imagen de la Virgen María en su Concepción inmaculada, por quien se desterrara el Demonio, y la Santa Fe se radicara en aquellos corazones duros de tanto tiempo".
En el tercer día de la novena, se narra que "de hecho, el año de 1632 presentó el Venerable Cura a los Indios la Santa Imagen de la Virgen, y la de su Hijo en la capilla referida, y al verlas, quedaron tan absortos y arrebatados sus corazones, que sacrificándolos al verdadero Dios y a su Madre, al punto fue desterrado el Demonio del cerrillo y de todo el país, y sus ídolos abandonados."
Se narra en el cuarto día de la novena, que "quedó colocada allí la Santa Imagen, y desde luego comenzó y fue aumentando cada día su devoción, y al mismo paso los favores y milagros de la Reyna: El más distinguido fue a llorar algunas veces, sudar hasta veinte y dos, y encendérsele el rostro en además de rigor".
En el texto para el quinto día, esta novena que cumple 221 años, en el 2025, de haber sido impresa cita que "continuándose por ochenta y dos años las misericordias y milagros de la Virgen, se extendió su fama por todo el Reyno: por lo que de todas partes acudían a implorar su favor los necesitados: los que no pudiendo contener la pequeña Hermita, fabricaron los religiosos al norte de ella otra más capaz, erigiéndola en ayuda de Parroquia, conforme a una Cédula Real, y poniendo en ella Sacerdotes que administraran los Sacramentos y la doctrina, y atendieran al servicio y culto de su Señora".
La historia precisa en el sexto día en la bicentenaria novena, que "entre otros prodigios que obraba la Señora, fue uno singularísimo al aparecerse sobre la frente de su santa Imagen una Estrella brillantísima, la primera vez en esta Capilla el año de 1734 por diez días continuamente, ya aumentándose, ya disminuyéndose, ya inclinándose hacia la sien derecha, ya elevándose a lo superior de la frente. La segunda el año de 36 en el Convento de Santa Clara por la noche, de suerte, que para explorar el milagro, mando la Prelada que se mataran las luces, y bastó la de la Estrella para hacerse visible, y a la Santa Imagen y a su Nicho. El año de 43 se observó esta misma maravilla en cuatro veces, y estas y las anteriores con publicidad notoria, fuera de otras en que aseguran varios sujetos haberla visto, según consta de las memorias que se archivan en este Convento".
En el séptimo día de la novena, se explica que "a muchos enfermos sanó la que es salud de todos, pero es del presente intento, que amenazando al Capitán D. Pedro Urtiaga, patricio de Querétaro, sin dejarle tiempo para disponer sus negocios, pidió a la Señora dos meses, y su Majestad le dio dos años; de lo que agradecido dejó mandado que se le edificara un templo (que es en el que ahora se venera) en el suelo de la primera Hermita, el que después se fue adornando de retablos, ornamentos, vasos sagrados, y otras alhajas, que ofrecieron varios beneficiados, y la Provincia con sus conatos y mendicidad le edifició un Camarín muy hermoso".
En el penúltimo día de la novena, el octavo, se sigue narrando que "el año de 1735, se dedicó este templo, en cuyo Altar mayor en un nicho de cristales de plata tiene su Solio la Santa Imagen de María, coronada y adornada de joyas preciosísimas, tan Soberana y afable, tan Divina y alhagueña, que es imposible verla los ojos sin que el corazón se rinda reverente y afectuosísimo."
"Allí le sirven de peana hincados de rodillas, y sosteniéndola con las manos, al lado de la Iglesia N.S.P. S. Francisco con sus tres Órdenes sobre la cabeza, y al lado del Camarín N.S. Dr. S. Buenaventura, Cardenal de la Santa Iglesia y séptimo General de la Orden, para someterla toda bajo su amparo, para confesarla por su gloria y corona, y para hacer ostentación de sus desvelos en sostener y publicar su admirable Concepción Inmaculada."
"A los diez años la juró esta Santa Provincia", de San Pedro y San Pablo de Michoacán, segunda en la historia franciscana en México, "por su Patrona y la Venerable Congregación de Ritos confirmó por su decreto tan piadoso juramento".
En el noveno día, se destaca que "el rey ha favorecido la devoción de nuestra Señora del Pueblito, elevando su Santuario a Convento de recolección por Cédula del año de 1766, y mandando por otra del 85 que no se lleve la Santa Imagen a Querétaro, sino por calificada necesidad para un solo Novenario. Y la Silla Apostólica le ha concedido Oficio y Fiesta propia, que se hace el Domingo cuarto después de la Pascua de Resurrección, y muchas Indulgencias a los que justificados visitaren su pueblo".
Esta obra fue reimpresa en México en 1832. La reimpresión se efectuó en la oficina de Galván a cargo de Mariano Arévalo, calle de Cadena No. 2.
También se anexa el "Triduo en obsequio de Santa María Santísima del Pueblito" compuesta por José de la Luz Pacheco Gallardo, con las debidas licencias. La obra fue impresa en Querétaro en 1863,en Tip. de M. Rodríguez, a cargo de Víctor Guillén. Se suma las "Alabanzas que se cantan en los novenarios que se hacen a Nuestra Señora Santa María del Pueblito". Estas fueron impresas en Querétaro en 1877, en la Imprenta del Comercio.
Se encuentra también en este compendio documental, el "Obsequio Diario de visitar a la Sma. Virgen del Pueblito. Corte de María", por D. Ramón Leal, también impresa en Querétaro en el año de 1863, en la Imprenta del C. Luciano Frías y Soto.
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